dilluns, de desembre 15, 2008

Enfermedades mentales

Hoy se está llevando a cabo la 17 edición de la Marató de TV3. Y pese a lo cansado que estoy por la otra "maratón" de trabajo de este fin de semana, no he podido evitar sentarme ante el televisor un rato ya que creo que es una de los actos más grandiosos y divinos que puede hacer el ser humano: ser solidario con otro ser humano.
Pero de la Marató y del ser solidario
hablaré otro día.

Al ver las imágenes, los reportajes y entrevistas sobre el tema de este año: Las enfermedades mentales, un cúmulo de sensaciones y sentimientos me han recorrido.
Hablaban de los autistas, y salían dos hermanos gemelos de mi edad que desde los 17 años tienen que vivir en un centro ya que su familia no les puede dar lo que necesitan. Y estos autistas no son como "Rainman", no, son reales y al ver como su madre, emocionada, decía que no son capaces de reconocerla como madre, ni de reconocerse a ellos mismos como hermanos, las lágrimas no han podido mantenerse en su sitio.
Y pensaba la sue
rte que tengo de tener una familia y unos amigos a los que puedo reconocer como tales y puedo amar.

También he recordado a DB, y lo mal que lo ha pasado (y no sé como está ahora) con su esquizofrenia. Cuantas veces no he ido a verle o no le he llamado para ver como está. Y sin embarg
o aún recuerdo un episodio que sufrió en nuestro coche un día que le llevábamos a casa. Qué susto. Allí pude ver un poco lo grave de una enfermedad de este tipo. Nos contaba que le seguían por la calle, que había alguien que le quería hacer daño. Y, de repente, pasaba a lamentarse de su vida y a autolesionarse. Una mezcla de
delirio y lucidez tan mezclados que era difícil para nosotros separarlo. Y para él imposible.
Cuantas personas se habrán apartado de él diciendo: "está loco". La incomprensión, muchas veces por desconocimiento, es una de las peores compañías de las enfermedades mentales.
Os recomiendo el libro de narraciones cortas "Aquí no eres un extraño" de Adam Haslett, además del "Libre de la Marató" de este año. Lecturas amenas pero con gran contenido emocional. No creo que os dejen indiferentes.

dilluns, de desembre 01, 2008

¡¡¡ Indisponible !!!

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O web site do Fotolog está temporariamente fora de serviço. A nossa equipa está a trabalhar arduamente para pô-lo novamente disponível. Entretanto, por favor aproveite esta oportunidade para ir lá fora tirar algumas fotos. Esperamos vê-las em breve.

Este es el mensaje que me encuentro hoy cuando quiero ir a colgar una foto en mi foto-blog gratuito esponsorizado por fotolog.
Y claro, ¿a quién reclamo? ¿Quién es responsable de la calidad de servicio de mi foto-blog?
Pues parece que nadie, pues si no estoy pagando por ello, cómo voy a reclamar.

Y eso me hace pensar en que nos estamos acostumbrando a depender de servicios gratuitos que nos pueden dejar más o menos "tirados". Por ejemplo, ¿qué pasaría si Google o Hotmail decidieran dejar de dar servicio de correo electrónico? Todas nuestras direcciones de correo-e se irían al garete y, lo peor, las comunicaciones que nos llegan se perderían (y ahora que pretenden notificarte las multas sólo por correo-e...). Puff menudo caos.
O si facebook cerrara de repente: nuestra vida social de internauta se acabaría.
O si Flickr dejara de compartir nuestras fotos con los demás.
O si Wikipedia se olvidara de todas las definiciones que le hemos incorporado entre todos.
O si YouTube borrara los videos que le subimos de las últimas vacaciones.

... o si todos ellos decidieran que ahora que ya nos hemos acostumbrado a sus servicios nos los van a hacer pagar.

Uff. Demasiado para un lunes.